De Re Rustica

Mis apreciados lectores, tras un largo letargo estival, mi mente fúngica se ha despertado con las lluvias otoñales que por estos lares coinciden con la Sommer Schluss Verkauf, es decir las rebajas de fin del verano. Aunque suele llover y abundantemente en Julio, Agosto es más fresco y por tanto más propicio al desarrollo de las hifas de Yuggoth que componen mi entramado neuronal. Tras estas excusas de vago, que no disculpas (faltaría más), quisiera tratar un tema que realmente me inquieta, y que muchos lectores habrán adivinado al leer el título de esta entrada. Efectivamente, lo que me quita el sueño, a parte de un "cortado" que me he tomado en la Warsteiner Galerie (una taberna alemana reconvertida en bar de tapas, que recomiendo por el buen ambiente y la calidad de sus platos, y además tienen Pazo Ribeiro!!), decía que lo que me quita el sueño es el mal uso del impuesto de la tele. Como muchos de mis ávidos lectores desconocerán, en Alemania, como en otros paises germánicos, existe la tradición de pagar el Rundfunkgebühr, un impuesto por ver la televisión y escuchar la radio. Este impuesto (que no es poca cosa, unos 18 euros/mes por cada aparato de televisión, y 9 por radio, aunque aún así es menos que lo que se suele llevar el Paparazzinger) se destina a financiar la televisión y radio públicas. El problema es cuando, así de sopetón, deciden eliminar de la programación de la ZDF (la segunda alemana) el emblemático programa Lustige Musikanten, presentado por Marianne y Michael (ver foto). Esto ha provocado un revuelo entre los fans de la Volksmusik (básicamente los mayores de 60 que viven aislados en pequeños pueblos de las montañas, y yo), que les ha llevado incluso a revelarse contra el sistema!! Así, el mismísimo Heino, que viene a ser El Palomino pero en rubio y que canta, ha propuesto que reduzcamos en un euro nuestro pago del impuesto, en apoyo a la Volksmusik. Incluso algún abuelo alemán ha interpuesto una queja en los juzgados por Missbraucht (mal uso) de sus impuestos.

Afortunadamente, el estado de Baden-Württenberg aún respeta la calidad, y en la programación de la SWR, tanto en la radio como en la televisión, la Volksmusik aún mantiene el protagonismo que se merece. Así por ejemplo tenemos la emisora SWR4 (Da sind wir daheim), especializada en Schlagger y Volksmusik (lamentablemente más Schlag que Volks..., y cabe decir que la cobertura es bastante mala, y hay que cambiar de banda cada dos por tres), y en la tele abundan los programas dedicados a este género musical. Parte del éxito se debe al carisma y la versatilidad de una de las grandes estrellas del "entertainment" badenino o badense o como se diga: el inconmensurable Hansy Vogt. Esta supernova mediática, además de liderar el ya mítico grupo Die Feldberger, encarna a la entrañable Frau Wäber (una especie de Doña Rogelia alemana), presenta habitualmente el Sonntags Tour, un maravilloso recorrido por la Alemania gastronómica, cultural y sobretodo musical, e incluso se atreve a ejercer de ventrílocuo, junto al enorme conejo Félix.

Por este orden: Frau Wäber, Die Feldberger, Hansy Vogt und Felix (adivina quién de los dos es el ventrílocuo).

Gracias a talentos como éste, definido por muchos como un Spassmacher (hacedor de diversión), la Volksmusik tiene cuerda para rato. Como muestra de apoyo a tan entrañable género musical, dedicaré mis próximas entregas a algunas de sus estrellas, que bien se lo merecen: las Hermanas Hellwig, Hansi Hinterseer, Marc Pilchner, o tirando del mercado local, los Bächlesörfer, unos talentosos músicos de Freiburg con una larga experiencia en el escenario, que aunque no hagan Volksmusik sensu stricto, no dejan de ser folklóricos...