viernes, abril 04, 2008

La vida es muy complicadísima



Y si no que se lo pregunten a Cañita Brava. Resulta sorprendente que, en esta web hiperglobalizada, aún sea posible buscar algo en google, por estúpido que sea, y no encontrar nada al respecto. Es el caso de una frase tan sencilla y de uso común como la que sirve de título a esta entrada. Por ello, mis apreciados lectores, me veo en la necesidad de llenar ese vacío abismal, aunque sea escribiendo algo que no tenga ni la más mínima relación con el título. Aunque, admitámoslo, este suele ser el caso...

No quería hablarles de nada más, pero ya que insisten trataré de sacar algún tema... AH SÍ, LOS ISÓTOPOS... Es bastante simple. Para empezar, los isótopos no existen, y nadia ha visto uno en su PP vida, pero aún así tienen muchos seguidores, como Dios y los átomos. Al parecer, según ha postulado el prestigioso Dr. Malo en la Frikipedia, los isótopos, caso de existir, no serían otra cosa que elementos químicos en estado de embriaguez. Como todo el mundo sabe, los elementos químicos son licenciados en química que, a pesar de sus treinta y tantos están echos unos buenos elementos: aún viven con sus padres y se van de juerga con sus amigotes, para reunirse periódicamente en torno a una mesa (es lo que se ha dado en llamar tabla periódica o botellón). Su principal objetivo en la vida es emborracharse hasta perder los neutrones. Dependiendo del carácter del elemento en cuestión, la borrachera puede tener efectos distintos. Los hay que se vuelven agresivos y empiezan a soltar radioactividad por un tubo, con lo que empiezan a perder los protones con gran rapidez y su personalidad se transforma radicalmente. En este estado, no lo reconocen ni siquiera sus compañeros de tabla y es frecuente que se le confunda con otro elemento de inferior categoría.

Por otro lado existen algunos elementos que mantienen la templanza aún estando borrachos, dando lugar a isótopos estables. Sin embargo, aunque los isótopos estables no son particularmente agresivos, son pesados y aburridos, y a menudo se les discrimina. Es lo que se conoce como discriminación isotópica. Aunque, según fuentes fidedignas, uno de los objetivos del nuevo gobierno Zapatero sea alcanzar la paridad isotópica, parece ser que esto no va a resultar tan sencillo. De momento, y en vista del éxito de la ley anti-tabaco, se plantea dejar al libre albedrío de los propietarios de bares y restaurantes decidir si su local será libre de isótopos o no.

Para acabar, un viejo proverbio chino:
El isótopo de aire es ligero como el aire,
El isótopo de agua es fresco como el agua,
Si no sabes qué decir, habla de isótopos


Ah! y un poema romántico de Boris Becker:
por un átomo, un mundo,
por una molécula, un cielo,
por un isótopo, qué se yo,
qué te diera por un isótopo

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